El Traje, la Segunda Obra de Arte de la Falla
El monument no es la única obra de arte que se planta en las Fallas. La indumentaria valenciana, con su seda, sus bordados, sus puntillas y su orfebrería, es una manifestación cultural viva y deslumbrante que acompaña a la fiesta. Sin embargo, existe un error común: pensar que solo hay un «traje de fallera».
La realidad es que el traje regional valenciano es un reflejo de la historia, las clases sociales y las diferentes modas que abarcan más de dos siglos. ¿Sabes distinguir entre un traje del XVIII, uno del XIX o un ‘saragüell’? ¡Te lo contamos!
1. El Traje de Labradora o Siglo XVIII: La Elegancia Clásica
Es, quizás, el estilo más popularizado y el que solemos ver en las Falleras Mayores. Este traje es una recreación de la vestimenta usada por las clases altas y medias de la huerta valenciana a lo largo del siglo XVIII.
- Falda: Larga hasta el tobillo y con gran vuelo. Los tejidos son ricos, predominando las sedas y los brocados con motivos florales de gran tamaño.
- Corpiño: Estrecho, con escote cuadrado o redondeado, que se ajusta perfectamente a la cintura y lleva unas pequeñas «tiritas» o petillos sobre la falda.
- Manteletas: Son los pañuelos que cubren el delantal y el escote. Tradicionalmente son de tul bordado a mano con motivos florales o geométricos.
2. El Traje de Siglo XIX o de Huertana Refinado
A diferencia del traje del XVIII, este estilo se inspira en las modas de la época isabelina y la burguesía valenciana del siglo XIX. Se distingue fácilmente por la silueta que marca.
- Manga Larga: El cambio más significativo es el corpiño, que pasa a ser de manga larga, con un pequeño frunce o farol en el hombro. Esto le da un aspecto más sobrio y menos «descotado» que el estilo del XVIII.
- Falda: Aunque sigue siendo de tejido rico, tiende a tener menos vuelo y a ser más austera en el dibujo floral del tejido.
- Peinado: Se popularizan las trenzas rodeando la cabeza (rodete) en lugar de los tres monyos (moños) del estilo anterior.
3. La Indumentaria Masculina: Saragüell y Torrentí
El hombre valenciano también tiene su rica variedad de trajes, aunque a menudo pasan a un segundo plano.
- Saragüell: El más Antiguo: Inspirado en la vestimenta de faena de los labradores más humildes. Se caracteriza por un calzón o pantalón ancho y corto de lino (el saragüell en sí mismo), usado sobre un pantalón de punto o calçons interiores. Suele llevar camisa y chaleco. Se utiliza a menudo en la despertà y en actos de la comisión, ya que es más cómodo.
- Torrentí: La Formalidad: Inspirado en el traje del municipio de Torrent (cercano a València), es el más formal. Se compone de pantalón más largo hasta debajo de la rodilla, faja de seda (a menudo negra o roja), chaleco y, a veces, una chaqueta corta. Es el equivalente masculino del traje de seda del XVIII.
4. Un Detalle Clave: El Moño y la Peineta
Los tres moños (uno trasero y dos laterales) no son un capricho estético, sino que tienen una función histórica y tradicional:
- Las «Rastas»: Antiguamente, las mujeres dormían con el pelo recogido y trenzado para mantener el peinado durante toda la semana fallera, y los moños laterales servían para sujetar las peinetas.
- La Peineta: La peineta, o el peine (pentinat), es de metal (bronce, plata) y se adorna con piedras o filigranas. Las de mayor tamaño y riqueza se reservan para las Falleras Mayores y las Cortes de Honor.
Conclusión: La Identidad se Lleva Puesta
La indumentaria valenciana es un tesoro de artesanía, historia y tradición. Cada puntada, cada dibujo de la tela y cada joya nos habla de un pasado que sigue vivo en el presente.
Conocer estos detalles no solo enriquece la experiencia de las Fallas, sino que ayuda a valorar el esfuerzo de las comisiones y los indumentaristas.







